En los domingos, cuando están las calles
del centro quietas,
alguna vez camino, y las oscuras,
cerradas puertas
de los negocios, son como sepulcros
sobre veredas.
Si yo golpeara en un domingo de esos
las frías puertas,
de agrisado metal, sonido hueco
me respondiera...
Se prolongara luego por las calles
grises y rectas.
¿Qué hacen en los estantes, acostadas,
las negras piezas
de géneros? Estantes, como nichos,
guardan las muertas
cosas, de los negocios adormidos
bajo sus puertas.
Una que otra persona por las calles
solas, se encuentra:
un hombre, una mujer, manchan el aire
con su presencia,
y sus pasos se sienten uno a uno
en la vereda.
Detrás de las paredes las personas
¿mueren o sueñan?
Camino por las calles: se levantan
mudas barreras
a mis costados: dos paredes largas
y paralelas.
Vueltas y vueltas doy por esas calles;
por donde quiera,
me siguen las paredes silenciosas,
y detrás de ellas
en vano saber quiero si los hombres
mueren o sueñan.
del centro quietas,
alguna vez camino, y las oscuras,
cerradas puertas
de los negocios, son como sepulcros
sobre veredas.
Si yo golpeara en un domingo de esos
las frías puertas,
de agrisado metal, sonido hueco
me respondiera...
Se prolongara luego por las calles
grises y rectas.
¿Qué hacen en los estantes, acostadas,
las negras piezas
de géneros? Estantes, como nichos,
guardan las muertas
cosas, de los negocios adormidos
bajo sus puertas.
Una que otra persona por las calles
solas, se encuentra:
un hombre, una mujer, manchan el aire
con su presencia,
y sus pasos se sienten uno a uno
en la vereda.
Detrás de las paredes las personas
¿mueren o sueñan?
Camino por las calles: se levantan
mudas barreras
a mis costados: dos paredes largas
y paralelas.
Vueltas y vueltas doy por esas calles;
por donde quiera,
me siguen las paredes silenciosas,
y detrás de ellas
en vano saber quiero si los hombres
mueren o sueñan.